Muchas son las madres que después de tener a sus hijos se encuentran con esta encrucijada. ¿Volver o no al trabajo?, cuándo es el momento ideal para hacerlo? qué debo hacer para que mi bebé esté bien?, en fin!!, la cabeza comienza a crecernos escuchando consejos y buscando información en la web y en redes sociales. 

Los opinólogos de turno dirán que debes esperar a que sea independiente o que deje los pañales, que con esos meses es aún muy pequeño, o que ya esta grande y hasta cuando lo vas a tener en casa y así podría seguir enumerando un sin fin de comentarios a los que a diario estamos sometidas como madres, muchos de ellos hasta dejan en tela de juicio nuestra capacidad de tomar decisiones como madres.

Lo primero que queremos decirte es que no hay nada escrito al respecto, no hay estudios que demuestren que los niños desarrollen algún tipo de patología porque tú regreses al trabajo. Es el momento de decir con firmeza que es una decisión única y personal y que por ello debe ser respetada. 

Hay casos de mujeres que no pueden definitivamente darse el lujo de quedarse en casa a cuidar de los más pequeños y para ellas es inminente su regreso al trabajo. Este grupo de mujeres debe prepararse al menos con tres semanas de anticipación este proceso implica una de las cosas más difíciles para muchas que es decidir si se hace un destete y se opta por lactancia con biberón  o se comienza a hacer un banco de leche para poder trabajar.

 

 Se nos presenta la primera sensación de culpa el qué hago si  la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida, ¿cómo puedo  seguir dando el pecho si debo incorporarme  al trabajo cuando el bebé tiene 4 meses?

Quienes eligen ser madres lactantes, deben aprender a conservar su leche y preparar un banco con mucha anticipación de manera que este les permita regresar al trabajo y mantener la alimentación deseada para sus bebés. Esto implica tiempo y esfuerzo, no es un jardín de rosas. 


Para quienes elegimos la lactancia artificial, estamos claras que tampoco es el paraíso. Los bebés de la noche a la mañana comienzan a experimentar cambios con las fórmulas alimenticias que estamos dando. Hay un montón de biberones por lavar y esterilizar y muchas cosas que cargar de un lado a otro. Así que esto también implica planificación y mucha información. 

Para las mamás que trabajan por su cuenta, la vuelta al trabajo puede resultar un poco compleja ya que tienen la posibilidad de manejar un poco mejor sus horarios. Esto les da la posibilidad de mantener aquellas actividades que realizan, como hacer natación con el bebé y llevarlos al baby gym, continuar con el grupo de crianza y realizar cualquier otra actividad que desee. 

El otro asunto del que debemos hacernos cargo es qué hacemos con el bebé si debemos o queremos comenzar a trabajar. Lo primero es evaluar nuestras opciones. Tenemos familiares cerca que se puedan hacer cargo de los pequeños y así ayudarnos?. Papá también trabaja o podrá quedarse con el bebé?. Buscamos guardería o es mejor tener una canguro?.

Si te decantas por guardería toma en cuenta que la mayoría de las guarderías aceptan a bebés desde los 4 meses. Dedica tiempo a elegir la que más te guste, esa que te de “buena espina” recuerda que a quien vas a dejar allí es a tu bebé. Esa pequeña personita de quien no te quieres separar. Así que debes hacer una buena elección. 

Si te decides por una canguro, haz entrevistas  con al menos un mes de antelación para que ella pueda pasar unos días con tu hijo bajo tu supervisión. Recuerda que ya tienes suficiente carga emocional al dejar al bebé y además mucha ansiedad de volver al trabajo y volverte adaptarte al él. Por ellos es fundamental que estés absolutamente convencida de que la cuidadora es de plena confianza

Algunas mujeres deciden no trabajar hasta que el niño tenga al menos dos años (ese es mi caso) , lo hice simplemente porque así lo quise yo. Sin duda puedo decir que he disfrutado mucho de mis hijos en estos años porque simplemente no me perdí de ninguno de sus progresos, sin embargo no soy madre de quedarse en casa. A mi me gusta mucho trabajar porque cuando lo hago me siento activa y productiva. 

Siento que de alguna manera  volver a trabajar es algo de importancia vital en la vida de toda madre. El trabajo o llevar a cabo una actividad que nos haga sentir independientes es tener un espacio de realización laboral, profesional y/o académica, es un espacio de interacción social adulta y realización personal, a veces es muy difícil encontrar un nicho en el que exista un equilibrio entre lo maternal, lo  laboral y bienestar personal. De hecho, sólo cuando volvemos a trabajar descubrimos lo importante que es para nosotras tener este espacio nuestro, donde tenemos un rol individual y personal.

Ser madre te da la oportunidad de reinventarte

 

Otra alternativa que se te presenta es pensar durante este tiempo sin trabajar  si realmente quieres volver a tu antiguo trabajo, si quieres seguir en el mismo sector pero en un empleo distinto, o bien si ha llegado la hora de trabajar en algo diferente.

Quizás este momento de autoanálisis también te permita descubrir tus habilidades para emprender un negocio por cuenta propia que te permita tener más tiempo para estar con tu bebé y que te genere ingresos para colaborar en los gastos familiares. 

Una buena forma de empezar es analizar tus habilidades de motivación: fíjate en qué cosas te hacen sentirte orgullosa, en cuáles de las actividades que estás desarrollando en tu trabajo te llevan al éxito y en qué tareas y ocupaciones te hacen disfrutar. Pregúntate: ¿Qué puedo conseguir aquí? ¿Qué habilidades debo usar para alcanzar el éxito?

Recuerda siempre que un niño no es un inconveniente. Un niño puede convertirse en una oportunidad excelente para reinventarse y volver a la vida profesional más fuerte, más madura y con una visión más clara de lo que realmente quieres.

Afuera aunque sientas miedo hay un mundo de oportunidades. Sin embargo, antes de lanzarte tienes que decidir qué cosas funcionan para ti. 

Centrate en ti misma, no en tu bebé ni en ser la pareja de alguien, esto no te hace ser egoísta, por el contrario cuando aprendemos a valorar y a amar nuestras virtudes logramos tener una vida familiar mucho más saludable porque nos sentimos tranquilas y más felices.  

Luego de la experiencia de ser madre, es normal  estar confundida cuando se avecina una etapa de transición y de cambios. Esta etapa es un trampolín para reorientar esta vida nueva de una manera diferente. Es el momento de entender que todo lo que haremos de ahora en adelante lo haremos con mucha más fuerza y convicción como sólo las madres lo sabemos hacer!!.

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